Fernando Alonso y McLaren han anunciado que el piloto
asturiano renunciará a disputar el Gran Premio de Mónaco para, en su lugar,
participar en las 500 millas de Indianápolis. Esta icónica prueba cumple su
edición 101, aunque en realidad las 500 millas se convertirán en centenarias
este año, dado que en el quinto, en 1916, se definió la distancia a 300 millas con
el fin de reservar fondos para la Guerra Mundial en que estaban inmersos los
Estados Unidos.
Se trata de una competición increíble, marcada por la
leyenda, las desgracias, los triunfos y la diferenciación que lo convierte en
un evento único. Desde este punto de vista, es interesante repasar sus datos
para presentar el panorama ante el que se encontrará Alonso si logra
clasificarse. Para empezar, es una prueba en el calendario del campeonato de la
Indycar pero que tiene sus propios sistemas de clasificación y puntuación, así
como de número de participantes (33 en la parrilla) desde hace muchos años. Por
ejemplo, el español por ahora tiene plaza en la clasificación pero si no logra
marcar uno de los mejores 33 tiempos no disputará la carrera. Para hacerlo
deberá iniciar sus intentos una semana antes de la fecha de la prueba.
En el mejor de los casos, con el piloto de McLaren entre los
elegidos, acostumbrado a ver grandes premios sin apenas cambios de líder, se
encontrará con muchas novedades, no solo en cuanto a monoplaza y circuito oval,
sino también en cómo se desarrolla la prueba respecto a la actual Fórmula 1. Todos
los bólidos llevan el mismo chasis Dallara y neumáticos Firestone, y pueden
elegir entre motor Chevrolet u Honda.
El año pasado se produjeron 54 cambios en la primera
posición entre 13 pilotos diferentes, lo que supone una media de una variación cada
menos de 4 vueltas. Aun siendo una cifra llamativa, en realidad fue la segunda
edición con más cambios, superada por la competición de 2013, cuando 14 pilotos
intercambiaron el primer puesto en 68 ocasiones en los 200 giros.
Es posible que se encuentre con otra diferencia notable: la
presencia de mujeres en la parrilla. De las 100 ediciones, 26 han contado con
participación femenina, llegando a reunirse hasta 4 en los años 2010, 2011 y
2013. Por otra parte, aun siendo bicampeón mundial de Fórmula 1, Alonso será
novato, colectivo con el que siempre han contado las 500 millas: desde 40,
todos los participantes, de su estreno hasta el único rookie en 1939 y 1979. Nueve han sido los novatos que han vencido
en su debut y tres de ellos habían pasado por la Fórmula 1: Graham Hill, Juan
Pablo Montoya y Alexander Rossi, el último vencedor en Indianápolis.
Será Alonso el cuarto español que participe en esta
competición, que ha tenido representación de este país en 11 ocasiones. Antes
que el asturiano, Pierre de Vizcaya, Fermín Vélez y Oriol Serviá ejercieron de
pioneros. Si este último y Alonso se clasifican para la carrera, será la
primera vez que la parrilla tenga dos españoles entre los 33 pilotos.
La victoria de un no estadounidense no ha sido
extraordinaria pese a que los locales han sido los dominadores. Con la
controversia acerca de las nacionalidades de algunos participantes en los
primeros años, se puede aventurar que son al menos 17 extranjeros quienes lo
consiguieron, algunos en más de una ocasión: el holandés Luyendyk, el brasileño
Castroneves y el británico Franchitti han alcanzado tres triunfos en las 500
millas.
Respecto a su dorsal, el 14, si lo mantiene en esta prueba,
ha protagonizado 6 victorias y 3 poles. El último piloto que venció con este
número fue el sueco Kenny Brack en 1999, mientras que el último poleman en
lucirlo fue la leyenda estadounidense A.J. Foyt en 1975.
Dos cosas son consustanciales a las 500 millas: los
abandonos y la velocidad. En el primer apartado, las ediciones con menos
pilotos retirados fueron las de 1924 y 1976 con 6, en tanto que 26, casi el 80%
de los participantes, abandonaron en los años 1932 (en que corrieron 40) y 1966
(ya con 33 pilotos). No es inusual comprobar que, entre doblados y abandonos,
el vencedor sea el único que finaliza en su vuelta.
Como en todas las carreras de la Indycar, la bandera
amarilla significa que los coches ruedan a menor velocidad y se neutralizan las
vueltas: el año con menos giros bajo control fue 1969, con 9 en 2 banderas, y
el que más fue 1992 con 84 vueltas resultantes de 13 banderas amarillas.
Acerca de la rapidez de la prueba, estos datos son
reveladores: la carrera más veloz fue la del brasileño Tony Kanaan en 2013, con
una media de 301,644 km/h. La pole más rápida data de 1996, cuando Tony Stewart
marcó una velocidad de 376,132 km/h en la vuelta. Por último, el giro más
rápido en carrera lo protagonizó Eddie Cheever también en 1996, cuando fijó el
registró en 379,970 km/h.
Sin duda, Fernando Alonso disfrutará de un mundo diferente
al que conoce dentro del motor. Su calidad como piloto le ha situado en lo más
alto de la Fórmula 1 al convertirle en bicampeón mundial. El tránsito a la
leyenda tiene un paso obligado en Le Mans y otro en Indianápolis. A este dedica
un sacrificio que solo los amantes de las cuatro ruedas comprenderán
plenamente: ser infiel a Mónaco con las 500 millas.
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